Hoy
hablare en particular del Apóstol Santiago, santo patrono de la ciudad, cuya
fiesta principal se celebra cada 25 de julio; pero al cual todo el año se le venera
al ofrecerle velaciones, misas, danzas, música
de viento, cohetes, pero sobre todo
oraciones, peticiones a aquel que le fue
concedido se de Valle bienhechor.
Ubicar
el origen del rito y su ceremonial, exaltación de un sincretismo envolvente,
nos puede ayudar para tratar de entender este fervor religioso netamente
popular que nace en la misma cuna de nuestra historia comunal. Será menester
hablar de Santiago Apóstol, santo patrono de la ciudad y destinatario de la
ceremonia que nos convoca, para después ocuparnos de los que organizan dicha
ceremonia a través de las mayordomías. Prender los fuegos pirotécnicos que
suelen utilizarse en estas ceremoniales equivale a reencender una tradición que
nos da identidad, seamos creyentes o no. Que nos une y nos cobija bajo la capa
santiaguera, la misma "apaga incendios" del supuesto milagro. La
misma reconocida con respetuoso y entonado cántico:
Salve Santiago querido
noble Apóstol del Señor
a ti te fue concedido
ser de Valle el bienhechor.
“Los
Santiaguitos” son la expresión coloquial y fervorosa con la que se les conoce a
las 4 imágenes del apóstol Santiago, 3 de bulto y una estampa los cuales se encuentran
en diferentes capillas distribuidas por toda la ciudad y una imagen más que se
encuentra en el altar mayor de la Parroquia siendo este el único que no esta
montado a caballo. Se suelen poner las iniciales ASS o, ahora más
recientemente, SSA para indicar Apóstol Señor Santiago en aquella y Señor
Santiago Apóstol en esta última.
El
origen de los nombres de cada uno de ellos, cosa sumamente peculiar y única del
municipio: el diputado, el madre mayor, el mayor, el mayordomito y el Original, es todo un misterio que ni los
más viejos en las mayordomías saben: "se les llama así porque así siempre
se les ha llamado".
"El Original" |
"El Mayor" |
"El Diputado" |
"Mayordomito" |
"Madre Mayor" |
Lo
que sigue es la lista de los cuatro santiaguitos tradicionalmente venerados y
reconocidos. Se suelen poner las iniciales ASS o, ahora más recientemente, SSA
para indicar Apóstol Señor Santiago en aquella y Señor Santiago Apóstol en esta
última.
El
origen de los nombres de cada uno de ellos, cosa sumamente peculiar: el
diputado, el madre mayor, el mayor y el mayordomito, es todo un misterio que ni
los más viejos en las mayordomías saben: "se les llama así porque así
siempre se les ha llamado".
La
fiesta, en tanto suma de voluntades, requiere de amplios preparativos y de
múltiples participantes que entran en escena desde por lo menos un año antes.
Uno de los principales, el que patrocina y encabeza la fiesta, es el mayordomo,
carguero o cófrade (nombre que recibe según la región), quien ha recibido su
encomienda y asumido su responsabilidad públicamente, con el pueblo como
testigo y que usualmente un año después y al término de la fiesta, hará entrega
de esta responsabilidad a su sucesor. Esta tradición existe desde antes de la
Colonia.
Sus
funciones varían según la comunidad y la fastuosidad de la celebración. En
términos generales, se puede decir que le corresponde realizar ciertos rezos y
cambiar las flores del santo todo el año; en lo que toca a la fiesta, debe cubrir
los gastos en que incurran sus auxiliares, pagar a los músicos, alimentar a los
danzantes, a los compañeros "cargueros" de otros santos y
autoridades, en fin, a los participantes; obsequiar el adorno del interior de
la iglesia, atrio y en su caso también de las calles y debe proporcionar las
velas, el incienso y los juegos pirotécnicos.
"Armado el castillo" |
Cada
25 de julio por las calles del centro histórico, detrás de largas y fervorosas
procesiones ríos de gente acuden en dirección a la parroquia, pero los que más
llaman la atención son los grupos de los coloquialmente llamados hincados,
personas que por gratitud al haber recibido un favor, de haber sido merecedores
de un milagro o por estar en calidad de solicitantes del mismo, eso sí, todos
embargados de una fe que conmueve, se dirigen en penosa procesión
-arrodillados- hacia la imagen, inmutable, del santo patrono, quien desde su
corcel blanco, blandiendo firmemente su espada y colgándole de entre sus ropas
y por doquier, billetes en dólares que muestran al incrédulo y al que no, los
testimonios de pasados milagros. A los hincados Santiago los observa en
misericordioso silencio.
A
lo largo de la historia de Valle de Santiago han ocurrido desastres, que han
puesto en riesgo la vida de la comunidad, el más reciente es el incendio del
cerro de la batea a causa de la explosión
de unos ductos en el año de 1991; en este hecho más de uno vio girar alrededor
de las voraces llamas a una silueta de
un valeroso jinete que trataba de contenerlas montado en un corcel que relinchaba y
galopaba, esta historia la rescato de la memoria histórica de mi familia que a través
de mi abuela, mi madre y mis tíos llego hasta mi:
Era
la madrugada del 19 de septiembre de
1991 como a las 3:00 am cuando mi madre escucho un ruido muy
desconcertante, a oírlo ella pensó que eran ovnis ya que se rumoraba que
en el cráter “la alberca” bajaban estos
de madrugada; a los segundos escucho un estruendo estrepitoso que despertó a
toda la ciudad, junto con una fuego incandescente que ilumino a todo el pueblo que
salía detrás del cerro de la batea, ante esta situación salieron mis abuelos
junto con mi madre de la casa rumbo a una comunidad lejana pensando al igual
que todos los habitantes del Valle que este cerro había hecho erupción; en las calles corrían ríos de personas hacia
el centro en pijama, en fondos, sin zapatos, con niños en brazos y llenos de desesperación, cuenta mi madre que
ante esta situación una señora que corría en la calle le pidió que se llevara a
su hijo pero mi madre se negó.
Ya
rumbo a la comunidad “el perico” perteneciente a Valle de Santiago, mis
abuelos, mi tío y mi madre vieron a en
la cima del cerro de la batea a la silueta de un valeroso jinete montado en
su corcel que giraba alrededor del fuego como tratando de contenerlo, al ver
esto los antes referidos pensaron que estaban viendo visiones pero en su fe religiosa se dijeron entre sí
que era el apóstol Santiago, al día siguiente al igual que todo el pueblo fiel de
Valle que había tenido esta misma visión
acudieron a la capilla donde se encontraba la imagen del apóstol montado a
caballo y observaron que su cara y su ropa estaba llena de hollín y su sombrero
se encontraba quemado del fieltro de las orillas.
Ante
esta situación quedo caro la presencia y el cuidado que el Apóstol Santiago
tiene al pueblo de Valle de Santiago.
Cerro de la Batea. |
HIMNO AL SEÑOR
SANTIAGO
LETRA: Maestra María
Esquivias Viuda de Ramos
MÚSICA: Maestro José
Parra Merlos
ESTROFA I
Salve Santiago querido
noble Apóstol del Señor
a ti te fue concedido
ser de Valle el bienhechor.
Clamaremos a ti siempre
pues estás cerca de Dios
lo que po El se te pide
simpre lo concedes vos.
Retira de nos el odio
dadnos paz y alegría
que nos veamos como hermanos
en tu santa compañía.
Que la alabanza sea eterna
en cánticos de victoria
y tengamos que gozar
eternamente en tu gloria.
Este Valle está confiado
en que tú eres su Señor
y nos das lo necesario
con benigno y santo amor.
Diariamente a ti venimos
a implorar tu protección
las plegarias de tus hijos
las presentes al Señor.
II
Que Dios imparta en nosotros
su valiosa bendición
y que tú Apóstol Santiago
nos des también tu perdón.
Haz que al mártir del calvario
sirvamos con santo amor
y que siguiendo sus huellas
vayamos a su mansión.
Te pedimos por los seres
que militan tu pendón
Francisco, el Papa
a sacerdotes y obispos en unión.
A los infantes y niños
jóvenes y adolescentes también
y a los que, en la pobreza
viven sin el qué comer.
Mitiga el llanto al que sufre
viviendo en la soledad
al que no tiene ni un techo
ni un pedacito de pan.
Recibe nuestras plegarias
Santiago Apóstol Mayor
y pido por nuestras almas
que alcancen de ti el perdón.
"Las Vísperas" |
"La bendición de las rosas" |
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