martes, 12 de mayo de 2015

"El Rincón de Parangueo"

Hoy hablare de uno de los cráteres en especial y ese es el “Rincón de Parangueo”, cuya belleza ha cautivado a propios y extraños, el cual despierta la curiosidad desde su peculiar entrada; alrededor de este cráter-lago se cuentan historias y leyendas  fascinantes desde que ahí  descienden seres de otros mundos,  que hay espantos o la más conocida leyenda del túnel.


A la salida del túnel te encuentra con esta hermosa vista

Al estar en el interior de este cráter pareciera que viajas a otro mundo, su suelo blanco  hace que te sientas en el polo  norte o incluso en la misma luna; en lo más profundo del cráter aún existe un pequeño lago  que en épocas de lluvia se recupera y se mantiene todo el año, la exuberante vegetación  que existe en las paredes del cráter es espectacular ya que aún no ha sido tocada por los pobladores del lugar, en la parte alta existe un pequeño monolito de piedra y si ponemos atención podemos encontrar algunas cuevas donde hay pinturas rupestres.




La flora del lugar se compone principalmente por huizaches, palos blancos, mezquites, nopales, palo blanco, palo prieto, palo dorado, parota y órgano, entre otros. La fauna se compone por ardillas, gavilanes,  liebres, urracas,  coyotes y algunas especies de  reptiles, víboras como chirrioneras, coralillo y muchos tipos de insectos.






La única entrada a este cráter es  por un túnel de 400 metro de largo el cual está en completa oscuridad; anteriormente se cultivaba mosco que era exportado a Alemania para alimento de las aves, ya que su agua no puede ser utilizada para riego por sus altos índices de salinidad.

Entrada al Cráter, la entrad cuesta $7  

A continuación led dejo la leyenda más famosa del “Rincón de Parangueo:

A finales del siglo pasado el señor hacendado, dueño de vidas y destinos, mandó analizar el agua de la llamada Hoya del Rincón de Parangueo. Eran tiempos difíciles y se requería el aprovechar el agua de una forma eficiente. Para tal misión encomendó al más fiel y responsable de sus servidores a tomar una muestra del agua de la Hoya y sin contaminarla transportarla a la Cd. de México para su ulterior análisis. Mismo que hizo nuestro humilde personaje tan sólo con la salvedad que, aparentemente coyoteado por el celoso mayordomo quien veía que poco a poco iba perdiendo terreno a los ojos del hacendado, le mandó una palomilla de cómplices quienes lo abordaron y con engaños lo embriagaron. Durante el periodo de embriaguez el mensajero perdió su jícara y con ella el valioso contenido a analizar. Al darse cuenta, al día siguiente, de la ausencia de la misma, prefirió comprar otra y llenarla con agua de la zona -parece ser que esto sucedió entre Celaya y Querétaro-; una vez realizado esto último, prosiguió su camino. A su regreso, con los resultados positivos en la mano, lleno de remordimiento pero con más temor de ser descubierto en su falta, entregó los mismos a su patrón. Ante la vista de éstos el señor hacendado mando construir un túnel para que sirviera de desfogue a las aguas del cráter y, una vez concluidas las obras celebró con gran regocijo el venturoso porvenir que le deparaba tan magna edificación, pero cuál sería su sorpresa al percatarse, tan prontamente como el fiel mayordomo se encargó de hacerlo que ¡el agua con el que estaba regando sus sembradíos era salitrosa y no servía para nada!

Lleno de pena, vergüenza y desaliento, el otrora cumplido empleado de la hacienda de la Hoya del Rincón de Parangueo sólo pensó en el suicidio. Pensarlo y hacerlo fue una sola cosa. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente al final del túnel que por su deslealtad y cobardía se había construido  Cuentan que la sangre que del cuerpo brotó escurrió hasta mezclarse con las aguas del lago que ahora, como una forma de tratar de enmendar el error, se tiñen de rojo para anunciar y prevenir algún desastre. Sus restos según cuentan se encuentran en alguna parte del túnel.




A continuación una galería de fotos de este hermoso cráter:



























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